Las 10 cosas que no será iguales después del COVID-19

Ante la posibilidad de regresar a lo que le llaman la Nueva Normalidad, muchas empresas tratan de proyectar lo que funcionará igual, similar o aquello que en verdad cambiará de manera importante, como resultado de la experiencia con la pandemia del coronavirus. Aun cuando es imposible predecir el futuro, dos cosas son seguras: la vida se verá a través de los ojos de lo que era antes y después de la pandemia y, con certeza, ya no será igual. Veamos 10 de las cosas que inequívocamente cambiarán:

  1. El consumidor ha desaprendido a consumir. El confinamiento ha orillado al consumidor a una vida de austeridad. Se han modificado los estilos de vida y muchos consumidores toman consciencia de que muchos de los productos que compraban antes han dejado de ser relevantes en su vida. Productos y marcas que ofrecen bienes sustentados en elementos de valor y estilo de vida tendrán que hacer un esfuerzo por reeducar a sus clientes si quieren volver a ser relevantes.
  2. El cardumen presiona al pez grande. Se generará un efecto de unión natural entre pequeños negocios de diferentes giros (restaurantero, retail, servicios, etc.). La finalidad es congregar a pequeños empresarios en función de sus similitudes y dejar de lado la idea de que son competencia, a fin de hacer eficiente su operación, ahorrar en gastos y competir con el pez grande. Los sectores de negocios pequeños y locales que generen cardúmenes naturales tendrán mayor posibilidad de sobrevivir.
  3. Los más audaces aprovecharán para adelantarse tras la pandemia. La situación de una cotidianidad alterada hace más evidente las posturas de las empresas tanto conservadoras como visionarias. Las empresas conservadoras buscarán caminos para hacer que las cosas funcionen lo más parecido a como eran antes de la pandemia, mientras que las otras empresas buscarán sustentar su oferta en la idea de un cambio total de paradigma de vida. Habrá empresas que den un salto cuantitativo y cualitativo en sus mercados.
  4. Se gestará una presión más fuerte a los sueldos. Bajo la premisa de un mundo con mercados contraídos y una tasa de desempleo creciente, los empleos existentes serán muy valorados aun con sueldos reducidos. Las áreas internas de RH y Talento, entre otras, tendrán mucho que innovar para mantener un espíritu alto entre sus colaboradores.
  5. El metabolismo económico se hará lento y entrará en una recesión de gran impacto. La mayoría de las economías muestran niveles de crecimiento negativo y a muchas les costará recuperarse debido a que están sustentadas en una activación con base en el consumo. Las sociedades con un alto nivel de pobreza y desempleo no podrán generar el consumo necesario para la reactivación, lo cual se traducirá en una dinámica de mercados casi paralizada. Este fenómeno requiere una estrategia más cooperativa que competitiva, más de ahorro que de gasto, si se quiere superar la situación de manera exitosa en un plazo razonable.
  6. El mercado local cobrará mayor importancia. El consumidor revalorará la oferta local de barrio que le dé familiaridad y seguridad. Esto hará que la idea de la cadena global pierda relevancia y afecte a cadenas de restaurantes, tiendas departamentales y otras áreas de negocio. Se revalorará el mercado nacional y local. El consumidor se solidarizará con el comercio de su entidad.
  7. Habrá una mayor confusión y desinformación. El regreso desigual de los diferentes sectores de producción y el manejo informativo basado en las diferentes posturas (conservadores y audaces) lograrán que el consumidor se sienta desorientado y desprotegido. Mientras sectores como el industrial y alimentario retornan a las labores y no lo hacen sectores como el turístico y restaurantero, la sensación será que se gesta una normalidad a medias, que si bien abre la actividad del consumidor, lo expondrá a nuevos contagios. La responsabilidad en los mensajes de las marcas será de gran importancia para que éstas aparezcan como aliadas o no del consumidor.
  8. Habrá un aumento en la no-credibilidad en la información y en los líderes en general. Dado que la mayoría de los líderes políticos y de medios de comunicación han mantenido una postura con base en sus ideas y estrategias pre-COVID-19, saldrán de esto con un nivel importante de desprestigio. El ciudadano promedio llegará a la conclusión de que nadie ha tenido la razón, que todos han buscado llevar agua a su pozo y que no apoyan genuinamente a la población. El daño colateral aquí estará en la estadística, que será señalada como una herramienta de desinformación o manipulación.
  9. La desigualdad y la violencia aumentarán como polos que se alimentan mutuamente. La concentración de la riqueza será aún mayor y los desposeídos, sin oportunidades, recurrirán cada vez más a esquemas de protesta y sabotaje de los modelos tradicionales de estabilidad social. Los gobiernos se verán exigidos en desarrollar nuevos esquemas para reconstruir la estabilidad social y económica o recurrir a esquemas viejos de represión.
  10. La naturaleza social del ser humano será trastocada y vivirá sólo a través de una memoria cercana, pero inalcanzable. Las personas hemos aprendido en estos meses a desconfiar del otro. La “sana distancia” ha logrado romper el tejido social y emocional de cercanía y reconocimiento de uno mismo a través del otro. Esta visión que parece emanar del psicoanálisis francés cobra mayor impacto cuando la reacción no es sólo de distanciamiento y precaución, sino de temor ante un ser que, en lugar de ser parte de nuestra comunidad, es peligroso y quizá mortífero. La vida cotidiana y las relaciones interpersonales, de trabajo, entretenimiento, de construcción del tejido social y de pareja serán totalmente diferentes.
    • Mariana Rodriguez
    • 6 de junio de 2020

    Súper interesante el artículo, José Luis! Un poco desalentador el panorama, sobre todo en lo que toca a la parte económica y lo de la violencia (ya vimos en la manifestación del viernes en Polanco los primeros episodios de esto). En cuanto a lo social, me dejo pensando en cómo afectará nuestra interacción social todo esto, incluso una vez que ya haya vacuna. Quedarán secuelas / huellas para siempre? Empezaremos a saludarnos al estilo gringo, sin darnos beso y ni siquiera la mano. Por último, me quede pensando en los cambios en el consumo. Aunque, como dices, muchos nos hemos dado cuenta que gastábamos en cosas innecesarias y seguramente dejaremos o disminuiremos ese tipo de gastos, creo que habrá un pequeñísimo sector elite de la sociedad con las posibilidades económicas y cuyo mindset no habrá cambiado tanto después de la pandemia, que seguirá consumiendo lo más top e incurriendo en compras capricho. Esta por verse…

    • Que bueno que te gustó Mariana. Siguiendo tus pensamientos te comento que las ideas plasmadas no son ocurrencias o intentos por predecir el futuro (lo cual es imposible), pero lo que hemos hecho es crear estos Escenarios de Futuro a partir de patrones que nos permiten presentar los escenarios con mayor posibilidad de que se den. Es una metodología que hemos trabajado y usado y para ello estamos monitoreando eventos y noticias mundiales así como eventos pasados. Por ejemplo, sabías que en varios países orientales como Japón las persons usan tapabocas en el transporte público y es muy mal visto estornudar o toser, inclusive sonarte. Por lo respecta a los patrones de consumo, estos los proyectamos a partir de la forma en que funcionan las empresas que buscarán regresar a como eran las cosas antes, pero las personas simplemente no tendremos la misma capacidad de consumo
      Te dejo un beso y gracias nuevamente por tu comentario!

    • Nelinho Acosta
    • 7 de junio de 2020

    Que interesante artículo

  1. 15 de junio de 2020

Deja un comentario